Neko

sábado, 8 de enero de 2011

Un ápice de nostalgia, NYC

Como es por todos entendido, el tiempo no pasa en balde. A pesar del gran recuerdo que nos dejaron las magníficas luces de Times Square en plena noche, dar un paseo al atardecer por Central Park y de un modo u otro, volver a nuestra "bien" dividida residencia para descansar de los largos pateos diarios, nada ha evitado la distancia. Los kilómetros que nos separan son realmente mentales, ya que si cada uno de nosotros 11 vemos toda la lluvia de fotografías y bueno, algún vídeo que otro, volveremos a estar unidos por ese lazo que la "Gran Manzana" nos dejó, no de una forma material, pero si lo estaremos por nuestros corazones. Entonces esta fantasía personal recorrerá el mapa pasando por Ciudad Real, Castellón, Valencia, Murcia, Alicante, Sevilla e incluso México con el único fin de conectarnos a todos en un mismo instante, captando el más mínimo "ápice de nostalgia". Nosotros, y sólo nosotros, sabemos que lo que os acabo de relatar es posible, al igual que reunirnos de nuevo. ¿Quién sabe? En equis tiempo podríamos volver a vivir el sueño de nuevo y hacerlo realidad. Os extraño demasiado, y extraño en exceso también cada rincón de la maravillosa "New York City". Por último lo más cordial que podría hacer es decir que la vida sigue, pero mientras no desaparezca Nueva York, no desaparecerá nuestra especial conexión extranjera.

CARRIE ON
-Eleven in NYC-
-"Cuando me vaya" en la limusina-

viernes, 7 de enero de 2011

El inexorable romance prohibido

Como ya es sabido por todos el amor es algo que no tiene forma, definición ni forma de reaccionar, pero, si es así, ¿Por qué dos personas del mismo sexo no se pueden amar libremente ante los ojos de nuestro mundo?
La respuesta clara es la simpleza de nuestra absurda sociedad, en la que no podemos contar con la ayuda de los "dinos", si no que tenemos que reclamar nuestra propia libertad por medio de "puntos sobre ies y sobre comas".Yo quiero ser libre, ¿A quién le importa?, como bien interpretó alguna vez la gran Olvido Gara. Parece ser que a todo el mundo le incumbe lo que a nadie le molesta. Se trata de un mero círculo vicioso en el que cuanto más demostramos estar enamorados y andar sin complejos por un pueblo cualquiera, más jugo le pueden sacar a la "explotada" piel de naranja, en la que, ya no queda nada por extraer, todo está fuera. Todas las cartas están sobre la mesa.Confío en la llegada del día en que todas estas bocas inquietas cesen cual molinillo de viento cuando no lo hay. Dado que seguro que la mayoría de la gente que es partícipe en este "apaleamiento indiscreto" no está segura de la definición de la palabra AMOR, yo se la explicaré:
"El amor es aquel cariño o afecto mutuo entre dos seres, sin importar sexo, religión, edad o apariencia"
Como no, para finalizar diré que nadie puede definir como un vicio nuestra propia sexualidad, nacida con nosotros al igual que el resto de sentidos, de todos modos, si no todos los seres en este mundo fuésemos magníficos de forma individual y propia, quien sería el estúpido de cometer una declaración tan desubicada:


"Estamos hechos de la misma materia que los sueños"
William Shakespeare

jueves, 6 de enero de 2011

La dinámica del comienzo

Todo es empezar en esta vida, pero, al fin y al cabo empezar. Nadie nos dice que seguir, que decir o por qué vivir.
Venimos a recorrer el mundo del mismo modo que un globo de helioque sobrevuela libremente el mundo con un único soplido de aire fresco para descubrir su entorno, su mundo, su propia felicidad en su corta pero intensa vida.
Pero como todos vemos aquí esto es sólo, y repito, sólo, el comienzo de la inmensa odisea que es nuestra existencia.
Por eso, desde aquí, hoy me dedicaré a conocerme a mi mismo a través de cada uno de esos "dinos" voladores que nadie ve, pero que siempre rondan a nuestro alrededor con el objetivo de plantearnos nuevos destinos o aventuras diarias. Todo ello será un claro ejemplo de que la vida se puede disfrutar con amores, desamores, amistades, desencuentros y como no, sobre todo se puede disfrutar con nuestros queridos "dinosaurios de papel".